Cuando comencé a estudiar oboe, no recuerdo que alguien me dijera cómo manipular y cuidar mi instrumento que no fuera simplemente cómo pasar el limpiador por el oboe. Aunque hay magníficas webs donde muestran extensamente cómo cuidarlo, me ha parecido interesante hacer una síntesis en ocho puntos que son vitales para que tu oboe se mantenga en forma.
1/ Cepíllate los dientes antes de comenzar a tocar
Esto es muy importante si eres aficionado a tomar alimentos o bebidas con contenido de azúcares (dulces, bebidas carbónicas, etc.). El azúcar mas la saliva es una combinación muy sucia que se acumula en las superficies de las zapatillas del oboe y puede causar que éstas se queden pegadas, cosa que no es nada gracioso cuando te hace sufrir mientras estás tocando cualquier pieza en un concierto.
2/Comprueba asiduamente los orificios de las cajas de octavas. Por su reducido diámetro es propenso a que se taponen y hagan que las octavas correspondientes no funcionen. Para limpiarlas, debes de tener un desmonta octavas apropiado para tu oboe.
3/Cuando termines de tocar con tu oboe, límpialo. Ten especial precaución en asegurar que tu limpiador esta libre de nudos que puedan atorarlo dentro del tubo.
4/Mientras no toques, guarda el oboe dentro del estuche. Te ahorrarás muchos problemas como roturas por caídas, oxidación de mecanismos, etc.
5/Si puedes, una vez guardes el oboe en el estuche, déjalo por un momento abierto para que se ventile. Cuando lo guardas, aunque le hayas pasado el limpiador varias veces para eliminar la humedad, aún puede existir un residuo de humedad. Dejar el estuche unos minutos abierto permitirá que dicha humedad se elimine más rápido.
6/ Aprende a ensamblar tu oboe correctamente. Si prestas atención y eres precavido mientras montas los diferentes cuerpos del oboe evitarás que las llaves que interconectan el mecanismo entre dichos cuerpos no se doblen. Mira este video donde te doy algunos consejos.
7/No olvides de poner grasa de corcho en las espigas… Y, cuando lo desmontes retira la grasa aplicada
8./ Y no por ser el último es menos importante, quizá es el más temido. Si quieres evitar rajas en tu oboe, no lo expóngas a cambios bruscos de humedad. No permitas que el instrumento se guarde sin limpiar y ten mucho cuidado con las habitaciones climatizadas. Éstas pueden forzar el ambiente a una caída brusca de la humedad relativa.
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Sergio Jerez